El Dr. Bach creía que la actitud mental juega un papel vital en el mantenimiento de la salud y la recuperación de la enfermedad. El propósito de las flores es apoyar la lucha del paciente contra su enfermedad, corrigiendo los factores emocionales como la depresión, la ansiedad, el trauma y otros que se creen impiden la curación física. También se utiliza en momentos de ansiedad, cansancio y estrés, a nivel psicológico o físico.
La toma de la esencia floral reestablece el equilibrio y el bienestar emocional, no cambia la personalidad. Nos ayuda a aprender la virtud opuesta que nos señala la emoción en desequilibrio, que resulta negativa para la persona, estimulando el propio potencial de cada uno para la autocuración y liberando la parte física para que pueda combatir plenamente la enfermedad y el estrés.
Las flores de Bach están indicadas para procesos relacionados con la condición emocional de la persona y los síntomas de la enfermedad, si la hubiere; sus 38 esencias florales se dividen en siete grupos, que representan los conflictos fundamentales que nos impiden ser fieles a nosotros mismos:
La respuesta a estos conflictos una vez tomado el remedio floral corresponden con las virtudes de Paz, Esperanza, Alegría, Fe, Certidumbre, Sabiduría y Amor.
He aquí algunos ejemplos de que se puede tratar con flores de Bach:
Las Flores de Bach carecen de efectos secundarios y no interaccionan con ningún otro tipo de medicamento. Son completamente seguras, no tienen efectos secundarios y no son adictivas. Pueden tomarse con seguridad por personas de todas las edades, desde los recién nacidos hasta los ancianos. También son beneficiosas para animales y plantas.
Las flores de Bach no pretenden sustituir los tratamientos médicos, sino acompañarlos en caso de que éstos sean necesarios.